IDENTIFICANDO EL CAMBIO DE TENDENCIA

Para que un mercado pueda continuar cayendo deben de existir suficientes comerciantes que decidan seguir vendiendo y existir otros que, aunque quieran vender, no tendrán ya nada que vender.

Para que un mercado pueda seguir subiendo deben de existir suficientes comerciantes que decidan seguir comprando y existir otros que, aunque quieran comprar, no tienen como hacerlo.

Esto es la primera señal que tenemos que entender y estudiar para poder identificar que el cambio de tendencia se aproxima.

La manipulación es el siguiente movimiento que puede existir antes de que el mercado cambie y confirme su nueva tendencia, un último impulso de la tendencia actual es necesario para que las instituciones logren liquidez y se preparen para el inicio del cambio de dirección en el precio. Es esto a lo que yo le llamo la “estocada final”. El mercado se asegura que ya habrá limpiado a la mayoría de los impacientes, avariciosos, confundidos o con poca educación de mercado para iniciar el movimiento, para el que las instituciones y manos fuertes ya se han estado preparado y planeando.

Llegado a ese punto, es tiempo del “latigazo”, con esto ellos harán un empujón grande en contra de la tendencia previa con la intención de dar la confianza en la nueva dirección hacia donde ellos ya están preparados. Los primeros en entrar con la ballena serán los más afortunados, normalmente son los inversores más experimentados, seguidos de los más pacientes y educados, que estudian e identifican el “susurro de la ballena” y la intención para irse con el movimiento haciendo que el precio se mueva a favor de la intención de la ballena.

El resultado de esto hará ganar la atención de otros participantes que se incorporarán a la dirección del precio cómo un efecto dominó, ya sea por clara identificación de una nueva tendencia o por el sentimiento que genera quedarse fuera del movimiento (FOMO). Es a esto a lo que yo llamo “inercia del mercado”.

Quizás no podemos ser la ballena que mueve el precio pero si podemos ser de los primeros en identificar la intención de la ballena para acompañarla en el movimiento y disfrutar con ella del resultado de la dirección del precio producida por los que entran después colaborando con la continuación del movimiento.

Decide quién quieres ser, el paciente que espera la señal de la ballena, o el impaciente que entra al final del movimiento.